martes, 25 de marzo de 2014

BICEP2 Y LA ERA INFLACIONARIA



La semana recién pasada, la noticia científica preponderante, que incluso apareció en noticieros de la Televisión, se referían al rumor, que de confirmarse,  significaría varias cosas, entre las cuales, estaría la evolución del Universo tras la Gran Explosión o Big Bang como se conoce en inglés,  en que solo determinados modelos inflacionarios tras el Big Bang serían correctos, abriendo así la posibilidad a una nueva física  y una nueva forma de explorar el origen del Universo cuando a los 10-34 [diezmillonésimos de una trillonésima de una trillonésima de segundo], es la Era Inflacionaria y el CMB  [Cosmic Microwave Background–CMB en inglés/Fondo Cósmico de Microondas en español] está polarizado con un nivel de unos cuantos microkelvins. La  polarización se puede presentar en dos tipos de polarización, llamados Modos E y B. El Modo-E presenta una analogía con la electrostática en el campo eléctrico E, teniendo una rotación evanescente; mientras que el campo magnético B tiene una divergencia evanescente.

Los Modo-B no han sido medidos y se piensa que tienen una amplitud de aproximadamente 0,1 uK y que no se producen únicamente a partir del plasma; son una señal de la Inflación Cósmica y se determinan a partir de la densidad de las ondas gravitacionales primigenias, es la polarización del Fondo Cósmico de Microondas (CMB).
Resumiendo, los Modos permiten verificar la existencia de las ondas gravitacionales primordiales producidas durante el Big Bang, mediante una señal indirecta que dejan en el CMB, en concreto, en la polarización de dicha radiación. El campo vectorial de polarización se puede descomponer en los dos modos ya indicados, el E de nula rotación y el B de nula divergencia. Este último no puede ser producido por perturbaciones escalares, como el inflatón, campo responsable de la inflación, por lo cual, su detección es una indirecta señal de las ondas gravitacionales primordiales.

Todo esto, está relacionado con un pequeño telescopio, el BICEP2, que escanea el cielo y escudriña el CMB, el cual  habría logrando detectar la energía fósil del BIG BANG.


Imagen: Azotea del edificio donde esta montado BICEP2- en azul - en el cual se estudia la polarización de la CMB. La gran apertura en forma de embudo proporciona protección contra la  interferencia terrestre. El Telescopio real se encuentra en el centro del embudo y en la presente foto aún no esta montado. A la derecha el Telescopio polo Sur con su espejo de 10 metros. Todo el complejo se encuentra a 500 metros de la Estación Admunsen-Scott en la Antartica y sirve a la exploración del Fondo Cósmico de Microondas. Crédito: Glenn Grant . Fundación Nacional para la Ciencia

BICEP2 [Background Imaging of Cosmic Extragalactic Polarization – Imágenes de Polarización Extragaláctica  del Fondo Cósmico de Microondas - en español], se basa en el diseño de apertura del pequeño telescopio BICEP1, pero aumenta en gran medida el número de detectores que permite aumentar la velocidad de mapeo.
Los detectores de BICEP2 son bolómetros sensibles a la polarización hecha de un par de sensores de bordes de transición, acoplados en forma ortogonal a redes de antenas en fase. Los sensores de bordes de transición proporcionan una sensibilidad de un limitado-fondo en la frecuencia de observación de 150 GHz, mientras que las redes de antenas mejorar  la escalabilidad del diseño.
El BICEP2 ha estado ubicado en la Estación Amundsen-Scott del Polo Sur y sustituyó al BICEP1 desde enero de 2010 hasta diciembre de 2012. En el presente año 2014, se esta construyendo la tercera generación de  este instrumento, el cual une  al BICEP1, BICEP2 y la matriz de Keck, en la versión BICEP3.

El anuncio de los informes del trabajo logrado  mediante BICEP2 fue hecho el 17 de marzo de 2014 desde el Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica anunciando que había detectado el Modo-B a nivel de r = 0,20 o 0,07 -0.05 desfavoreciendo la hipótesis nula  (r=0) en el nivel de 7 sigma.
Esta noticia primeramente corrió  como un rumor, pero a medida que pasaron los días, el  Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica, confirmó que se han detectado rastros de la radiación cósmica de fondo, procedentes de ondas gravitacionales muy tempranas, huellas que arrojan luz de que sucedió en las primeras fracciones de segundo después del Big Bang.

En el primer instante de la historia de nuestro Universo, hace unos 13.800 millones de años, ocurrió algo extraordinario y maravilloso: Surgió el espacio-tiempo  expandiéndose a una velocidad superior a la de la luz, todo esto sucedió a los 10-34 segundos, periodo que hemos llamado Era Inflacionaria, el cual esta marcado por las fluctuaciones cuánticas de las ondas gravitatorias generadas en el Big Bang.
De acuerdo a los modelos estándar de la cosmología, el universo se expande, significando, entre otras cosas, que las galaxias se están alejando más y más lejos a medida que pasa el tiempo.



Enlace al vídeo

Hace 13.800 millones de años todo estaba más cerca, la densidad del Universo estaba llena de una mezcla elemental extremadamente densa y caliente, fue la fase de Big Bang.
Unos 380.000 años más tarde, al enfriarse el plasma caliente, surge la Radiación de Fondo Cósmico – CMB en inglés,  que desde entonces, si miramos cualquier parte del cielo, se observa de forma uniforme.
La huella que dejaron las ondas gravitatorias primigenias en este CMB es lo que han observado mediante el telescopio BICEP2, los Científicos del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, de EE.UU. desde la Antártica.

La última luz del primer período del universo, todavía podemos hoy verla, ¿Por qué es así? Se debe a que los astrónomos buscan siempre en el pasado, todo lo que vemos, es pasado, nunca podremos ver algo en forma inmediata.
Nuestro Sol,  está tan lejos de nuestro planeta que su luz tarda 8 minutos en llegar a nosotros, por lo cual, siempre veremos a nuestra estrella, como era hace 8 minutos y nunca en la forma que está en un mismo instante. La luz de la Galaxia de Andrómeda, requiere 2,5 millones de años en llegar hasta la Tierra, por lo tanto, vemos ésa galaxia como era hace 2,5 millones de años atrás.

En relación al descubrimiento de BICEP2, John Ellis, físico teórico del CERN y profesor en el King’s College de Londres ha dicho: “¡Es un gran hallazgo!, es la primera detección directa de las ondas gravitatorias o gravitacionales, pero mucho más que eso, es su origen intrínsicamente cuántico, así que estamos viendo gravedad cuántica a escala cosmológica” y continúa diciendo: “Además, el hecho de que su magnitud sea relativamente grande, significa que tenemos una ventana al universo temprano cuando las energías eran de unos 1016 gigaelectronvoltios (GeV), muchas ordenes de magnitud más allá de lo que alcanzará el LHC  (que opera a 14.000 GeV como máximo) o cualquier acelerador de partículas que podamos imaginar”.

Para Enric Verdaguer, catedrático de Física Teórica de la Universidad de Barcelona (UB), el nuevo descubrimiento es comparable al del Higgs en el año 2012: “Así como el bosón de Higgs era la última robusta predicción del modelo estándar de partículas, la existencia de radiación gravitacional generada por un período inflacionario, es la última predicción fuerte del modelo inflacionario que todavía no se había observado”.
El catedrático explica que lo que realmente se ha medido en la radiación de fondo cósmico, es el Modo-B, un tipo de polarización con aspecto rotacional o de rizo muy característico, que solo pueden producir las ondas gravitacionales. “Estas son de escalas gigantescas y no se conoce ningún otro mecanismo que las pueda producir, mas que la amplificación que produce inflación”, comenta.

La astrofísica y profesora de la Universidad  UB Pilar Ruiz, del Instituto de Física Fundamental (CSIC) "Nos está diciendo que la inflación aquella brutal expansión que tuvo lugar prácticamente después del Big Bang, corresponden a las energías predichas por Teoría de la Gran Unificación de la Fuerza; estaríamos viendo huellas de la Era de la Gravitación Cuántica, algo realmente emocionante ¿no?"

Desde el otro lado del Atlántico, el científico Scott Dodelson del Fermilab de EE.UU., coincide en comparar el hallazgo con el Higgas y destaca también emocionado, sus grandes posibilidades: “Esto abre una nueva ventana a toda nuestra área de investigación. Las altas energías de la época inflacionaria, permiten comprobar algunas ideas de la Teoría de Cuerdas, que muchos asumieron que no iban a poder testar. Es una nueva zona de juegos donde todo el mundo podrá empezar a poner a prueba sus teorías”.

Pero como otros científicos, Dodelson sabe que todavía no se puede confirmar el cien por ciento de que los resultados sean los correctos y no se deban a algún artefacto técnico o estadístico; o que la señal pueda proceder de una fuente inesperada: “La gente es escéptica, somos así, por lo que habrá que esperar a que otros instrumentos lo confirmen. Existen al menos media docena de experimentos que continúan buscando la polarización Modo-B, como SPTPol, que es un telescopio del Polo Sur o el ACTPol desde el desierto chileno de Atacama. Sus datos concretarán o refutarán el hallazgo”.

La mayoría de los telescopios e instrumentos que permitirán comprobar el hallazgo, están situados en los polos o en lo alto de las montañas, donde la atmósfera es más limpia y presenta menos interferencias, pero hay un lugar todavía mucho mejor para la realización de de observaciones: El Espacio; y si hay unos resultados que los físicos están deseando conocer, son los del satélite Planck de la Agencia Espacial Europea [ESA]; el experimento BICEP2 sólo ha analizado un área del firmamento relativamente pequeña, pero Planck ofrecerá los datos de polarización para toda la esfera celeste.

“Este satélite ha efectuado un mapa del CMB durante el tiempo que estuvo operativo, entre 2009 y 2013” explica Pablo Cerda-Durán investigador del departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Valencia, “El análisis de la ingente cantidad de datos generados durante la misión, no ha sido completado, y en particular, falta el de las medidas de la polarización, (las cuales) muy probablemente podrán confirmar o descartar los resultados de BICEP2”.El científico apunta, al igual que otros colegas, en que esta detección será relevante para evidenciar de forma indirecta la existencia de las ondas gravitatorias, tal como predijo Einstein a principios del siglo XX, y la Inflación predicha por Alan Guth en 1980.

Imagen artística  del satélite Planck-crédito: NASA / JPL-Caltech

La investigadora del Instituto de Física Corpuscular [CSIC-Universidad de Valencia] Olga Mena, ha enumerado otros proyectos dedicados a la detección del Modo-B, haciendo notar que cualquiera de ellos también podrán detectar el Modo-B; “Y cuando ocurra, será uno de los mayores descubrimientos en cosmología, sobre todo, por confirmar la inflación y la naturaleza cuántica del espacio-tiempo” dice. “El Satélite Planck debería comunicar sus análisis de datos de polarización, en pocos meses”, dice L-F. Barbón miembro del Instituto de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Madrid.CSIC, “de hecho, existe una cierta tensión en las mediciones anteriores de Planck y las de BICEP2, así que hay que ser cautos hasta que el resultado sea confirmado por un segundo instrumento”.

Por su parte, el Profesor Fernando Atrio de la Universidad de Salamanca, recuerda que las ondas gravitacionales  que produzcan la polarización Modo-B, también generan otros efectos: “Como ser, la correlación de las anisotropías (Una cualidad física dependiente de la dirección en que se mide) en temperatura o los denominados espectros de potencia de temperatura”, que también convendría determinar.

Entonces, ¿Que es lo que queda?; queda por conocer los datos del Satélite Planck o de algún otro proyecto que busca el Modo-B, confirmando así lo descubierto por BICEP2. de concretarse afirmativamente la noticia, el resultado cambiará en forma fundamental la física.
Fuente: Spektrum.de / Wikipedia / SINC  / Naukas - L. Morrón / Horizonte de Sucesos / SOCA Compilaciones / Scilogs /  et al. 
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